Hay mucha información disponible. Pero a veces solo vemos la información en ciertos «grupos» que confirma lo que ya pensamos. A esto se le llama «cámara de eco».

Estas son como burbujas donde solo escuchamos opiniones que refuerzan nuestras creencias existentes, y esto es especialmente notable en redes sociales como LinkedIn. Dentro de la burbuja, nuestras ideas se refuerzan una y otra vez. Surgen porque los humanos tenemos la necesidad natural de pertenecer a grupos con ideas similares a las propias.

Nos gusta estar con gente que piensa como nosotros.

Si bien en el pasado las cámaras de eco podían manifestarse en bares o círculos sociales, en nuestra era digital el fenómeno ha cobrado gran magnitud.

Facebook, Twitter, Instagram, Linkedin y YouTube utilizan algoritmos para personalizar nuestro contenido según nuestras preferencias. Como resultado, solemos ver y consumir solo lo que ya creemos, aislando nuestra mente de opiniones alternativas.

Las cámaras de eco en LinkedIn

LinkedIn ha adquirido un papel protagónico en la formación de opiniones y en la creación de redes profesionales. Si bien esta plataforma ofrece grandes oportunidades para la conexión y el aprendizaje, también se ha transformado en un caldo de cultivo para estas «cámaras de eco».

Como resultado, solemos ver y consumir solo lo que ya creemos, aislando nuestra mente de opiniones alternativas.  Incluso aquí donde esperaríamos más diversidad, notamos que muchos evitan contradecir para no ofender.

Para ilustrar el poder de las cámaras de eco, toma la historia del conejo de pascua o el viejo pascuero. Muchos crecimos creyendo en él hasta enfrentarnos a la fatidica y triste realidad. Esto nos muestra cómo al aislarnos de diferentes perspectivas, nuestra capacidad para discernir la realidad puede verse comprometida.

O tomemos un ejemplo real, una publicación promedio sobre liderazgo con mas 70 comentarios y casi 2400 veces compartido.

El texto tiene fallos evidentes relacionados con generalizaciones apresuradas y no presenta datos por fuentes confiables que respalden lo escrito.

Algunos podrán argumentar que es simplemente una opinión, pero sorprende ver que en los comentarios nadie pudo rebatirlo. Esta actitud de respaldar ciegamente opiniones va creando cámaras de eco, difundiendo contenido reciclado y sin verificar.

Observando el perfil del autor, noté que no posee experiencia real en áreas relacionadas con el liderazgo. Como diría Nassim Taleb, no tiene «la piel en el juego».

Cómo combatir las cámaras de eco

Linkedin no está exento de las trampas de las cámaras de eco.

Al igual que en otras redes sociales, los usuarios suelen seguir e interactuar con personas que comparten puntos de vista similares o pertenecen a la misma industria.

Esta homogeneidad, (que en cierta es cómoda para los usuarios), restringe la diversidad de ideas y perspectivas. Por ello, es importante buscar la diversidad, tanto en términos de fuentes de información como de conexiones profesionales. Esto implica seguir y dialogar con personas de diferentes industrias y orígenes.

La curiosidad y la mente abierta, como siempre,  son esenciales en este proceso. En vez de simplemente consumir información, debemos adoptar una actitud proactiva: hacer preguntas, buscar clarificaciones y compartir opiniones de manera respetuosa, pero que eso no impida contraargumentar las publicaciones.

El desafío es no aferrarse ciegamente a nuestras creencias, sino estar dispuestos a cambiar de opinión cuando se presente información relevante.

También es importante evaluar crítica e independientemente la información que se nos va presentando. La popularidad o autoridad de una persona no deberían ser los únicos indicadores de la calidad de su contenido, pon mucho ojo al sesgo de autoridad. Debemos utilizar nuestro propio juicio y criterio, evitando que factores como la presión social o el sesgo de confirmación distorsionen nuestra percepción.

Conclusión

En conclusión, si bien la necesidad de pertenencia es humana, es fundamental mantener la mente abierta. 

LinkedIn, como cualquier otra red social, no es inmune a las cámaras de eco.

Sin embargo, con una actitud proactiva y crítica, podemos utilizar esta plataforma no solo para reforzar nuestras ideas preexistentes, sino para aprender de otros y enriquecer nuestro panorama profesional.