En «Company of  One», Paul Jarvis presenta un nuevo enfoque para los negocios: mantenerse deliberadamente pequeño en lugar de buscar expansión y crecimiento continuo.

Algo totalmente opuesto a lo pregonado y difundido en cientos de miles de libros publicados alrededor del planeta

Jarvis explica cómo iniciar y administrar una empresa reducida, que no necesariamente debe ser de una sola persona sino un grupo pequeño dentro de una organización más grande. Plantea que lo pequeño tiene múltiples ventajas.

Una de las ideas es que en una empresa pequeña se tiene contacto cercano con los clientes, por lo que se conoce bien sus necesidades. Esto contrasta con grandes corporaciones que deben investigar constantemente las preferencias de sus clientes.

Otro aspecto clave que destaca Jarvis es la importancia de la resiliencia, autonomía, velocidad y simplicidad al administrar una «empresa de uno». Se debe comenzar de forma simple y ejecutar rápidamente las ideas.

Si bien mantenerse pequeño suena ideal, el autor advierte que esto requiere tiempo dedicado a tareas como marketing y administración. Y esto es evidente, hay desafíos en «ser tu propio jefe.»

Una de las recomendaciones es definir límites financieros claros de lo que se quiere ganar. Y en caso de necesitar financiamiento, el crowdsourcing es preferible al capital de riesgo. Ante esto último no está tan en sintonía con la cultura latinoamericana.

Para Jarvis, competirás por medio de un servicio personalizado y no por crecimiento. Si, el crecimiento no es importante acá. Debes mostrar tu lado humano y generar confianza y empatía con los clientes.

En resumen, el libro plantea los beneficios de limitar intencionalmente el tamaño como un camino alternativo, donde la cercanía con el cliente es la clave.

Te comparto 10 ideas esenciales del libro, las cuales proponen enfoques no convencionales sobre los negocios y de las que en cierta medida te sentirás sorprendido.

Por cada idea va una interpretacíon mia enfocada en un profesional de la industria agroalimentaria que pretender crear su «company of one»

1. El líder de una «empresa de uno» cuestiona la mentalidad de que más siempre es mejor. Prefiere quedarse pequeño a propósito.

Acá, tu objetivo no es convertirte en una gran corporación con cientos de empleados.

Prefieres mantener la operación lo suficientemente pequeña como para mantener un alto nivel de calidad y atención al cliente.

Por ejemplo, en lugar de ofrecer tus servicios de consultoría sobre seguridad alimentaria a cualquier tipo de empresa de alimentos, podrías enfocarte en una nicho específico como restaurantes locales o pequeños productores de alimentos.

2. Una empresa de uno no tiene que ser de una sola persona. Puede ser un grupo pequeño dentro de una organización más grande.

Aunque la empresa lleva el nombre de «empresa de uno», podrías colaborar con otros profesionales, como microbiólogos o nutricionistas en proyectos específicos.

Estos profesionales podrían actuar como freelancers o consultores externos para enriquecer los servicios que ofreces.

3. Quienes inician una empresa de uno valoran y pueden alimentar la resiliencia, la autonomía, la velocidad y la simplicidad.

Si un cliente necesita una auditoría de emergencia debido a una inspección repentina, podrías responder rápidamente debido al tamaño y agilidad de tu empresa. Este tipo de velocidad y adaptabilidad son activos valiosos que puedes ofrecer y que te distinguirán del resto.

4. Se debe comenzar pequeño y lanzarse rápidamente. Simplificar cualquier idea compleja.

Podrías comenzar ofreciendo un conjunto limitado de servicios como consultorías y auditorías, en lugar de una gama completa de servicios que incluyan formación, certificaciones, etc.

A medida que el negocio crece, podrías ampliar los servicios basándote en la demanda y la experiencia adquirida.

5. Ser una empresa de uno conlleva desafíos únicos como la necesidad de automotivación y evitar distracciones.

Podrías establecer un horario de trabajo riguroso y utilizar técnicas de gestión del tiempo como la técnica pomodoro para mantener la productividad. Además, sería crucial mantener un espacio de trabajo designado que estés libre de distracciones.

6. Si se necesita financiamiento externo, el crowdsourcing es preferible al capital de riesgo.

Si alguna vez necesitas financiación para expandir algún aspecto del negocio, podrías considerar plataformas de crowdfunding, donde podrías ofrecer descuentos en futuros servicios o cursos online como incentivo para los inversores.

7. Es necesario establecer un rango financiero, determinando el mínimo y el máximo que se desea obtener.

Podrías tener una cifra en mente para el ingreso mínimo necesario para cubrir tus costos de vida y gastos operativos, y un límite superior que, una vez alcanzado, te permitiría reinvertir en el negocio o tomar tiempo libre.

8. Se debe mostrar a los clientes por qué deberían comprar y compartir la mentalidad y personalidad única.

Tu experiencia de «20 años en la industria agroalimentaria es un gran activo.» Compartir este recorrido y tu enfoque personalizado en tu sitio web y materiales de marketing puede ayudar a atraer a clientes que valoran la experiencia y un trato más humano.

9. Las empresas grandes se enfocan en el crecimiento contratando más para tener más clientes y generar más gastos.

En contraposición, tu empresa se centraría en construir relaciones más profundas con menos clientes, asegurando una alta calidad y personalización en los servicios que ofreces.

10. Se debe construir confianza y empatía, y mostrar la humanidad.

En lugar de ser solo una entidad comercial, podrías utilizar tu personalidad y valores para conectar con tus clientes.

Esto puede hacerse a través de boletines informativos, actualizaciones de redes sociales y directamente en las interacciones con los clientes.

Conclusiones importantes

De acuerdo al libro, las conclusiones más importantes son:

1. Mantenerse deliberadamente pequeño es una alternativa válida al crecimiento continuo y la búsqueda de expansión. Un enfoque de «empresa de uno» tiene ventajas como la cercanía con los clientes.

2. En una empresa pequeña se prioriza la resiliencia, autonomía, velocidad y simplicidad por sobre la complejidad burocrática. Permite adaptarse rápidamente a los cambios.

3. Si bien requiere mucho trabajo individual, mantenerse pequeño facilita la atención personalizada a cada cliente de manera más efectiva que una gran corporación.

4. El éxito de una empresa de uno depende de generar confianza y empatía con los clientes, mostrando la personalidad y lado humano del emprendedor.

5. No es necesario que la empresa sea de una sola persona. Puede ser un pequeño equipo colaborativo. Aún así, se valora la agilidad inherente a los números pequeños.

6. Antes que buscar crecimiento a toda costa, es importante definir límites financieros claros según las necesidades y aspiraciones individuales.

En resumen, Jarvis propone que enfocarse intencionalmente en pequeña escala, con énfasis en la calidad sobre la cantidad, puede ser una alternativa rentable y satisfactoria frente al paradigma del crecimiento ilimitado.