Aunque suelo evitar libros sobre liderazgo (a menos que sean clásicos antiguos sobre personajes históricos o héroes de guerra), decidí darle una oportunidad a «Raise Your Game», principalmente a las buenas críticas que había leído en goodreads.

Me interesó especialmente el hecho de que el autor no es un «académico-ratón-de-biblioteca-universitario», sino un entrenador exitoso de la NBA, un hombre con la piel en el juego.

Raise Your Game trata sobre ¿cómo ganar?. Alan Stein ha entrenado durante al menos 15 años en la NBA. Toda esta experiencia le ayudó a formar la base de un sistema que consta de 15 cualidades necesarias para ganar en los deportes y según el autor, también en los negocios y la vida misma.

El libro aborda los 3 clásicos problemas que enfrentan quienes toman decisiones: liderazgo ineficaz, disfunción del equipo y bajo rendimiento.

Sobre el Autor

Alan Stein, Jr. es un entrenador de la NBA y mentor. Sus métodos se utilizan para entrenar equipos de negocios.

Puedes entender a una persona viéndola en el sitio, directamente en acción

Stein argumenta que el éxito en deportes y en una carrera está correlacionado,  y las personas, mentores y equipos necesitan las mismas cualidades. Según el solo hay 15 de ellas. Pero Stein destaca que saber estas cualidades no es suficiente, ponerlas en práctica es lo que realmente importa.

Jugador/empleado

Cualidad 1. Autoconciencia.

El autor habla sobre la importancia de la autoconciencia como base para cualquier actividad, ya que permite a una persona conocerse a sí misma y comprender sus valores y metas.

Sugiere que las personas deben evaluarse a sí mismas regularmente haciéndose preguntas como «¿Qué estoy haciendo muy bien?», «¿Qué  necesito trabajar?» y «¿Cuál es mi plan?».

Además,  señala que es importante no juzgar mal tu propio potencial y controlar solo lo que está bajo tu control en lugar de distraerte juzgando las actividades de los demás. También menciona también que la clave del éxito es el enfoque y la constancia y es necesario no tener miedo de enfrentar tus debilidades, trabajar en lo que se puede cambiar y aceptar lo que no se puede cambiar.

Cualidad 2. Pasión

Según Stain, la pasión es esencial para lograr el éxito en cualquier campo. La pasión no se puede enseñar, pero es necesaria para superar los obstáculos y creer en uno mismo incluso cuando las cosas no están funcionando. Stain sugiere que para encontrar la pasión, es necesario sumergirse completamente en lo que se está haciendo y aprender a superar los momentos difíciles.

Stain menciona que es probable que una persona tenga éxito en lo que ama, ya que la pasión hace que el trabajo diario sea más fácil de hacer. El trabajo deja de ser visto como una obligación y se convierte en algo deseado. Cita a jugadores de baloncesto de la NBA como ejemplo de cómo la pasión los impulsa a hacer más y mejor en sus juegos.

La pasión ayuda a salir de la zona de confort, buscar constantemente lo que se puede hacer mejor, mantener una actitud positiva y confiada y estar dispuesto a sacrificar lo que se quiere hoy en busca de un gran éxito en el futuro. Según Stain, el trabajo duro no es suficiente, es necesario tener pasión para poder salir de la zona de confort y así lograr el crecimiento personal y profesional.

La pasión ayuda:

  • sal de tu zona de confort y busca constantemente lo que puedes hacer mejor;
  • no te amargues mientras esperas en el banco;
  • estar listo para actuar en cualquier momento cuando sea necesario;
  • luchar por la victoria;
  • levantarse después de una caída y luchar nuevamente por la victoria;
  • manténgase honesto, positivo, confiado y no se dé por vencido en tiempos de contratiempos;
  • sacrifique lo que quiere hoy en aras de un gran éxito en el futuro;
  • aprender de la derrota.

Cualidad 3. Disciplina

Según Stain, la suerte no existe, el verdadero éxito solo llega a quienes están preparados para actuar en el momento más favorable. Para alcanzar el éxito, es necesario trabajar en tus habilidades todos los días, hacer lo que otros no hacen, buscar toda la información disponible sobre el tema y desarrollar cada minuto.

El autor menciona que para tener éxito es necesario ser disciplinado para crear estructura, desarrollar hábitos correctos y buscar constantemente oportunidades de mejora, y evitar cualquier cosa que te distraiga de la meta.

Stain señala que la disciplina se basa en tres soluciones simples: Entender lo que realmente quieres, entender lo que tendrás que pagar por el cambio y determinar si estás dispuesto a pagar ese precio o no.

También sugiere hacer una lista de tus principales responsabilidades y compararlo con lo que hiciste durante el día para sacar conclusiones.

El autor menciona que para tener éxito es necesario hacer cada día lo que otros prefieren no hacer, enfocarse en el proceso y no saltear ningún paso importante, tener en cuenta todas las pequeñas cosas y actuar siempre como si la gente te estuviera mirando.

Cualidad 4. Capacidad de aprendizaje

Según Stain, la capacidad de aprender es clave para el progreso y es lo que distingue a las personas exitosas de los demás. Señala que el aprendizaje se basa en tres pilares: confianza, apertura y disposición para aprender y la capacidad de cambiar nuestro comportamiento de acuerdo con las conclusiones que se extraen.

El aprendizaje se basa en recibir comentarios y sacar conclusiones, analizar tus errores y fracasos y beneficiarte de ellos, y siempre estar abierto a aprender algo nuevo.

Stain menciona que para aprender es necesario comprender la distancia entre lo que sabes ahora y lo que quieres poder hacer y estar preparado para cerrar esa brecha.

También señala que es importante no tener miedo al fracaso, ya que las lecciones que se aprenden de los fracasos son las que te ayudarán a ser mejor. El autor recomienda convertirse en una esponja, empaparse de lo nuevo y recordar que no hay progreso sin aprendizaje.

Cualidad 5. Autoconfianza

Stain afirma que la confianza en uno mismo se alimenta de cuatro fuentes principales: un buen autoconocimiento, disciplina, pasión y aprendizaje. El autor sugiere que al invertir mucho esfuerzo y energía en el desarrollo personal, se puede «ganar» una confianza genuina y real. Añade que aunque todos experimentan dudas y miedos, tener confianza ayuda a superarlos y tomar acción.

El autor también señala que la confianza se ve socavada por la comparación con los demás y la inacción. En su lugar, sugiere compararse solo con uno mismo o con la persona que se desea llegar a ser. Añade que el círculo de inacción-culpa-pérdida de confianza en uno mismo puede ser interrumpido al tomar acción y lograr objetivos.

El autor cita al multimillonario Mark Cuban y al ex-presidente Theodore Roosevelt, y utiliza el ejemplo de Roger Bannister, quien en 1954 logró correr una milla en menos de 4 minutos, lo cual se consideraba imposible hasta ese momento. Esto para ilustrar como muchas veces todo es posible si la gente cree en ello.

Entrenador/líder

Un entrenador o líder no es solo una persona asignada para administrar a otros, debe ser un líder. Un verdadero líder ve claramente hacia dónde va su equipo, desarrolla una cultura que une a las personas en pos de un objetivo común, tiene principios claros, sirve e inspira a sus jugadores. Como en el apartado de los jugadores, cada una de estas cualidades se construye sobre la anterior, y la capacidad de inspirar es el resultado de una síntesis de las cuatro.

Alan Stein Jr. sugiere aislar cualquiera de las cualidades de un líder enumeradas en esta sección y mejorarlas sistemáticamente dentro de los 60 días (formando un comportamiento positivo y abandonando los negativos). Luego pasa al siguiente.

Cualidad 6. Visión

Stain sostiene que un líder es capaz de ver hacia dónde está dirigiendo a su equipo y constantemente trabaja hacia su meta. Él tiene una idea clara del futuro y sabe cómo comunicarlo de manera efectiva con su equipo, lo que hace que éste esté motivado para seguirlo.

El autor también destaca la habilidad de los buenos líderes para identificar el potencial en los individuos, su capacidad para predecir eventos y anticipar obstáculos. Además, sugiere que los buenos líderes son curiosos, siempre buscan maneras de mejorar, y tienen un sentido de previsión, pensando constantemente en el futuro y preparándose para lo que está por venir. El autor da ejemplos de compañías exitosas como Google y Apple y cómo su éxito se debe en gran parte a su visión clara y específica.

También señala la importancia de compartir la visión con el equipo para que éste tenga un sentido de dirección, y aconseja rodearse de personas que ayuden a alcanzar la visión.

La visión es una habilidad clave para cualquier líder, ya que les permite tener una idea clara de dónde dirigir a su equipo y motivarlo para lograrlo.

Cualidad 7. Cultura

Según Stain, un líder es tan fuerte como la cultura que crea. Este concepto incluye tanto el espacio físico en el que las personas trabajan en un proyecto conjunto, como el estilo de comunicación, y aquellos valores, reglas y recompensas que se aceptan en el equipo.

Una cultura saludable ocurre donde las personas se sienten seguras, donde son valoradas, sus opiniones son escuchadas y el trabajo inspira. Los miembros de tales equipos sienten su valor personal por el equipo y, por lo tanto, se esfuerzan por crecer y desarrollarse.

En tal cultura, hay un buen sentido de objetivos comunes, mientras que todos revelan su potencial y logran lo mejor para ellos y para el equipo. Los objetivos comunes son más importantes que los individuales.

En una cultura sana, el líder no es el que manda, sino el que avanza y sabe que la gente lo sigue por voluntad propia.

Cualidad 8. Disposición a servir

Un buen líder es aquel que no trabaja con personas, sino para personas. Según el autor , el líder (o entrenador) debe ser el servidor de su equipo. Servir significa ser sensible y atento, abierto a la comunicación y, lo más importante, conocer a tu gente, sus deseos y aspiraciones, y ayudar a realizarlos. Solo así surge el verdadero liderazgo, ya que las personas no son leales a las empresas, son leales a otras personas.

La lealtad engendra lealtad, la lealtad construye cultura, la cultura trae resultados. Los métodos contundentes, la rudeza, la presión, las actitudes de “haz lo que dices”, etc. son raros y, afortunadamente, nunca volverán a la vida cotidiana.

El líder debe ser capaz de fortalecer la confianza de los miembros del equipo en sus habilidades, y debe invertir en las personas, pagando por la educación, la formación y los cursos, ya que según la experiencia de las principales empresas del mundo, esto vale la pena.

Cualidad 9. Integridad

Stain destaca la importancia de la integridad en el liderazgo y en la construcción de la reputación. Según el autor, una persona que no actúa de acuerdo con sus principios pierde credibilidad, y para ser un líder efectivo se necesita tener un carácter fuerte y aplicar constantemente estos principios.

El autor también señala que actualmente se presta demasiada atención a la cantidad de relaciones y conexiones que una persona tiene, pero lo que realmente importa es cuántas personas te recuerdan y te aprecian.

La integridad ayuda a construir la reputación, y un líder con principios tiene una gran lealtad de sus empleados y clientes, ya que confían en él y saben lo que esperar de él. El autor también menciona la importancia de admitir errores y no repetirlos y de tener el caracter de admitir derrotas con dignidad y respeto al oponente.

Cualidad 10. Inspiración

La capacidad de crecer y dejarse llevar en el trabajo de un entrenador o líder no es menos importante que en la paternidad. Al compartir su visión, crear una cultura saludable, servir a su gente de manera constante y mantenerse fiel a sus principios, está sentando las bases para sus futuras victorias.

Anime a las personas a tomar medidas por su cuenta. Comparte la autoridad. Cree en aquellos que criaste. Y hazles saber que crees en ellos. El líder define las metas, pero no necesariamente los caminos hacia ellas. Los líderes efectivos permiten que su gente tome la iniciativa, cometa errores y los corrija.

“La efectividad de un equipo se triplica cuando el entrenador da la ventaja a los jugadores principales y al equipo”, dice el entrenador de baloncesto Tom Izzo.

Al no aprender a dar la iniciativa a las personas, devaluarás todo lo que has invertido en construir un equipo. Cuando microgestionas, obtienes el control pero desmotivas a las personas. Reduzca el tiempo de reunión: respete el tiempo de los miembros del equipo. Contrata a aquellos que puedan hacer algo mejor que tú y no los tortures con reglas y regulaciones. Desarrolle los talentos que lidera y permítales contribuir a su éxito general.

Piense en el trabajo anterior que le trajo la mayor alegría. Muy probablemente en el que tenías más confianza por parte de tu jefe.

Tres beneficios de la delegación:

1. Muestra que confías en tu gente.
2. Les hace desarrollarse y crecer, resolviendo nuevos problemas.
3. Libera tu tiempo para tu propio trabajo.

Si no sabe por dónde empezar a delegar, pregunte a su gente qué es lo que más les desagrada del estado actual de las cosas. Y comprométete a solucionarlo.

La delegación crea un sentido de pertenencia y la gente empieza a cansarse de su trabajo.

Equipo/Organización

En el trabajo, en los deportes o en casa, siempre jugamos en equipo. Incluso si trabajas para ti mismo, tu éxito es imposible sin la participación de otras personas.

Entonces, la última sección de Raise Your Game trata sobre las cualidades que un equipo necesita para tener éxito. Los equipos exitosos están formados por personas conscientes de sí mismas, apasionadas, disciplinadas, entrenables y seguras de sí mismas.

Sus líderes tienen visión, están dispuestos a servir a su gente, construyen una cultura sólida, tienen carácter y principios y confían en los miembros del equipo.

Los cinco componentes restantes que se necesitan para ganar son la fe, el espíritu de equipo, la distribución de funciones, la comunicación y la solidaridad.

Cualidad 11. Fe

La creencia de que el equipo puede ganar y que la contribución de todos es valiosa es la creencia sin la cual el éxito es imposible. Créalo o déjelo, no hay una tercera opción. La fe en el equipo debe ser compartida por absolutamente todos sus integrantes, desde el líder hasta el último empleado, porque basta un solo escéptico para que la fe se derrumbe.

La fe está formada por el líder del equipo. «Si no le das a tu gente algo en lo que puedan creer, no creerán en nada, y tratarán de hacer un equipo con eso».

Creer significa:

  • sepan que sus esfuerzos tienen un propósito;
  • sentirse parte de algo más grande;
  • trabajar no solo por dinero;
  • comparte tu estado de ánimo con tus colegas;
  • creer en otros miembros del equipo.

La confianza es un asunto personal. Pero la fe es comunicación. Ocurre cuando todos hacen su parte al 100% y los miembros del equipo saben que pueden confiar los unos en los otros. Todos los equipos fuertes tienen esta creencia. Saben que las emociones son el motor que hace que todo se mueva. El equipo cree que puede hacer las cosas, reúne todos los recursos individuales y hace lo que sea necesario para ganar.

Cualidad 12. Espíritu de equipo

La capacidad de poner el éxito del equipo en primer lugar es una cualidad indispensable para cada jugador y para el equipo en su conjunto.

Las personas nacen egocéntricas: los niños tienen que ser entrenados durante mucho tiempo para compartir juguetes y alimentos, pensar en los demás, considerar los sentimientos de los demás, etc. Aquellos que pueden aprender a ser un jugador de equipo tienen más éxito en la vida que otros.

Ser desinteresado no significa renunciar a uno mismo, no competir y no querer lo mejor para uno mismo. Esto significa la capacidad de poner sus talentos al servicio de una causa común . Esta actitud ayuda a volverse indispensable en su lugar. Incluso si este lugar no es el primero ni estelar, es necesario para el éxito general.

Hasta hace muy poco, todos miraban solo las estrellas. Hoy, la actitud ha cambiado: el equipo no significa menos que los individuos. Incluso un jugador de respaldo en un equipo exitoso obtiene una parte de su gloria (o una buena línea en un currículum). Y cuando varias estrellas juegan a la vez en la cancha, la capacidad de ser un jugador de equipo se vuelve invaluable.

El entrenador o líder debe:

  • alentar el desinterés de su gente: agradecer a todos por su contribución al éxito, incluso a los más discretos;
  • no fomentes el egocentrismo y el egoísmo;
  • aplicar las mismas reglas a todos independientemente de su estatus;
  • celebrar el deseo de ser el mejor para el equipo, no el mejor del equipo. También es importante que el líder se sienta como un miembro del equipo y no como una entidad líder separada.

Cualidad 13. Segregación de funciones

Las personas solo pueden tener éxito cuando se cree en ellas, cuando se les da la oportunidad de actuar y, lo que es más importante, cuando definen claramente cuál es su papel. En los negocios, como en los deportes de equipo, una clara división de responsabilidades es una comprensión de cómo funciona el equipo y cómo interactúan sus miembros .

Todos deben ver el panorama general y comprender su lugar en él. Este rol no es necesariamente el más deseable para el jugador, pero en aras del éxito general, debe tratar de desempeñarlo de la mejor manera posible. El mejor jugador no es el que está mejor preparado, sino el que hace el mejor trabajo en su área que es necesario para el éxito general.

La estrella no es la que brilla en la cancha, sino la que brilla en su rol.

Por eso no puedes simplemente contratar a los mejores especialistas y ganarles a todos: necesitas crear un equipo en el que todos hagan su parte del trabajo.

Los grandes equipos entienden este principio del ciclo de retroalimentación: todos son responsables de sí mismos y del equipo. Un equipo no puede ganar sin un jugador, pero un jugador tampoco puede ganar sin un equipo.

Una división clara de responsabilidades ayuda a los miembros del equipo a navegar lo que está sucediendo, mantener y difundir el entusiasmo y estar listos para intervenir cuando sea necesario. Si un entrenador tiene que poner a un jugador en una posición diferente a la que a él le gustaría estar, debe convencerlo de que este trabajo lo beneficiará a largo plazo. Un jugador que conoce bien sus habilidades y tiene espíritu de equipo aceptará esta alineación y tratará sinceramente de hacerlo lo mejor posible.

Asigne roles, inspire a las personas a hacer su trabajo en sus sitios y agradezca a todos los que contribuyen.

Cualidad 14. Comunicación

El sutil arte de derribar los muros entre las personas y construir una buena relación es imprescindible para cualquiera que juegue en equipo (y ya hemos descubierto que el éxito no viene solo).

Independientemente de su función en el equipo, esté abierto a la comunicación, elija sus palabras con cuidado y de forma activa, respetuosa y escuche atentamente a los demás. Esfuércese por comprender al interlocutor, y no solo espere a que responda su comentario. Exprese su atención con métodos no verbales: postura, gestos, expresiones faciales.

Si eres introvertido y no te gusta socializar mucho, es posible que otras personas se sientan resentidas porque no estás interesado en ellas. Destruye la confianza y el espíritu de equipo.

Evita frases como «Sé (o entiendo) cómo te sientes». Respeta los sentimientos de la otra persona, porque su experiencia es única para él. Es mejor agradecer la confianza y disposición para compartir y expresar respeto por la situación que enfrenta el interlocutor. 

La comunicación nos ayuda a conocer no solo a las personas que nos rodean, sino también a nosotros mismos. Alivia emociones negativas, insatisfacciones y miedos, da sensación de cercanía.

La comunicación efectiva para comprender y ayudar a otra persona es una habilidad que puede y debe desarrollarse. Si quiere tener éxito, debe aprender a comunicarse, incluso si las cosas no van bien en este momento. No tienes que amar a todas las personas con las que entras en contacto, pero lo mejor de lo mejor es ser respetuoso y cariñoso con todas las personas que conoce en la vida.

Los buenos equipos hablan. Los grandes se comunican. El entrenador o gerente debe asegurarse de que la comunicación entre los miembros del equipo sea personal, informal y cálida. Alan Stein aconseja introducir medidas específicas de comunicación.

Haga que sus jugadores obtengan un mínimo de 20 puntos por juego en un sistema en el que 1 punto es «vale» un aplauso, 2 puntos es aprobación silenciosa de «chocar los cinco», 3 puntos son vítores generales («¡buen trabajo!»), 4 puntos es elogios específicos («¡gran pase, Jimmy!») y 5 puntos: una combinación de todos estos gestos.

Si está en una posición gerencial, es posible que ni siquiera note que los empleados comunes no quieren comunicarse con usted. Enfatice la apertura, llámelos para contactar, hablar y recordar que la puerta de su oficina siempre está abierta.

Y trate de no inflar la empresa hasta el límite que dificulta la comunicación: divídala en equipos, reduzca el número de participantes en la reunión: la comunicación es más efectiva en grupos pequeños. Comuníquese con frecuencia y abiertamente para evitar rumores y el efecto de un teléfono roto. Incluso en la era de los mensajeros y los correos electrónicos, la comunicación más eficaz es la personal.

La comunicación no siempre se trata de cosas agradables. Las escaramuzas y las discusiones también ocurren en equipos sanos. A veces, en aras del progreso y aclaración de todas las posiciones, es necesario tener conversaciones no muy halagüeñas. Sin embargo, deben llevarse a cabo con respeto, el deseo de comprender y ayudar a una persona a sobrellevar las debilidades y desarrollar las mejores cualidades.

Si se le acerca con críticas, intente superar el deseo natural de objetar y defenderse: escuche, esfuércese por comprender y aprender de lo que le dicen sobre el material para mejorar.

Incluso la conversación más desagradable debe terminar con una nota positiva y edificante para que la persona se sienta capacitada para cambiar el comportamiento no deseado.

Cualidad 15. Cohesión

Un equipo en el que las personas se esfuerzan por un objetivo común, están dispuestas a ser miembros desinteresados del equipo, conocen sus roles y se comunican de manera efectiva, funciona como una máquina impecable, este efecto Alan Stein lo llama cohesión.

La clave de la solidaridad es la oportunidad de que todos puedan expresar su opinión y ser escuchados. Para mantener la cohesión, no es necesario lograr un acuerdo pleno.

Amazon tiene una fórmula de consentimiento de «no estoy de acuerdo pero estoy de acuerdo» que enfatiza que las objeciones se han hecho y escuchado.

Un equipo muy unido no solo piensa al unísono: las personas en esos equipos sienten lo mismo.

“Prefiero perder con un equipo donde todos trabajan juntos y se cuidan unos a otros que ganar con un puñado de personas que solo piensan en sí mismas”, escribe Alan Stein.

Para tener éxito, debe elegir cuidadosamente a las personas de su círculo íntimo. Los mejores amigos y compañeros son aquellos que no tienen miedo a decir la verdad, respetan y apoyan, estimulan el desarrollo y quieren verte feliz.

El tiempo y la atención son nuestros recursos más importantes, su cantidad es limitada.

Consulta tu círculo íntimo y las personas a las que dedicas tu tiempo.

Contrate solo a aquellos que aspiren a ser parte del rompecabezas, que quieran ser parte de un equipo cohesionado.

Aprecia a las personas que, gracias a sus dotes naturales, trabajan como pegamento para un equipo, uniendo y motivando a las personas con muchas pequeñas acciones casi imperceptibles. Son fáciles de reconocer por su disposición a hacer lo que sea necesario en nombre de un objetivo común, para ellos no hay «trabajo de otras personas» ni «problemas de otras personas».

Ocho cosas que hacen los miembros de grandes equipos:

1. Guiar a los miembros de su equipo hacia adelante.
2. Ámalos.
3. Anímelos.
4. Respeto.
5. Confianza.
6. Mantener la disciplina.
7. Cúbrase la espalda.
8. Fomentar el desarrollo.

También es muy importante para la cohesión celebrar las victorias, incluso las pequeñas.


La naturaleza del éxito

El éxito llega a aquellos que trabajan duro. No se deje tentar por los trucos y atajos de la vida. Nada de valor se puede lograr sin esfuerzo. Todo el mundo quiere tener éxito, pero sólo aquellos que están dispuestos a hacer sacrificios por ello tienen éxito.

Si hoy no estás muy contento con tu trabajo o situaciones de la vida, busca lo que puedes cambiar. Quizás necesites tomar acciones específicas, o quizás necesites cambiar tu actitud y redistribuir prioridades. Ánimo y da el primer paso.

Y luego sigue moviéndote con fe en ti mismo, en tu entrenador y en tu equipo.

10 ideas principales

1. Saber cómo tener éxito no es suficiente. El conocimiento debe ser puesto en práctica. En estos días, el proceso a menudo se descuida y esto conduce al fracaso.

2. No se nos recompensa por lo que hicimos una vez, sino por lo que hacemos todos los días. No hay bagatelas en la búsqueda de la perfección.

3. Para tener éxito en cualquier cosa, debemos cerrar la brecha entre lo que deberíamos hacer idealmente y lo que realmente hacemos.

4. La base de cualquier éxito es un buen conocimiento de sí mismo , sus fortalezas y debilidades y la voluntad de desarrollar las primeras para neutralizar las segundas.

5. La confianza en uno mismo se ve socavada no solo por el fracaso, sino también por la inacción.

6. La capacidad de anteponer el éxito general y trabajar donde sea más útil para el equipo es una cualidad indispensable de toda persona.

7. El liderazgo es la capacidad de ver la meta , avanzar hacia ella e inspirar a otros a ir hacia ella.

8. Las mejores cualidades de un jugador son el conocimiento de sus puntos fuertes y débiles , la pasión, la disciplina, el aprendizaje y la confianza en sí mismo, que es la suma de todas estas características.

9. Un líder que guía a los jugadores debe tener visión, trabajar para crear y mantener una cultura positiva, ser capaz de servir a su gente, tener carácter y principios claros, inspirar y delegar.

10. Un equipo que puede ganar se basa en la fe, el desinterés, los roles claros y la comunicación efectiva, que juntos crean cohesión.