Llevo tiempo pensando en que la habilidad de simplificar se ha ido perdiendo dentro del abanico de talentos de las personas. Es un requerimiento básico para trabajar más inteligente.
Me enfocaré dándole una definición propia y un contexto para desarrollarla y practicarla.
La simplificación es una herramienta poderosa para mejorar la productividad, ahorrar tiempo y energía mental. Consiste en eliminar o reducir al mínimo las tareas o procesos innecesarios o poco efectivos, y enfocarse en lo que es realmente importante.
Antes de proceder directamente a la simplificación, veamos qué «cosas» generalmente se pueden simplificar.
Cuando simplificamos, nos permitimos ahorrar tiempo y energía mental para que podamos centrarnos en lo importante. Hay varias cosas que pueden ser simplificadas , desde reorganizar nuestro espacio de trabajo hasta la planificación de proyectos.
Por ejemplo, reducir del número de aplicaciones que utilizamos en el teléfono ayuda a mantener el orden.
Simplifica tus procesos hoy mismo y descubre cuánta diferencia significan un par de cambios bien implementados.
Simplifica tus compromisos
Simplificar tus compromisos es clave para no sentirte abrumado. Obligaciones en el trabajo, en la casa, con los niños, eventos sociales y así un sin fin de compromiso. Es fácil sentirse sobrecargado cuando hay demasiadas responsabilidades en nuestras vidas.
Deberías liberarte de algunas de estas obligaciones para poder enfocarte en lo verdaderamente importante (principalmente los eventos sociales). También es útil combinar actividades para ahorrar tiempo y simplificar nuestras vidas.
Esto significa buscar maneras creativas de aprovechar mejor nuestro tiempo y evitar situaciones en las que no podemos cumplir con todos nuestros compromisos.
Simplificar tus objetivos
Si reducimos nuestra lista de objetivos a solo 3, podemos enfocarnos mejor, evitar ese estrés que se va acumulando y concentrar nuestra energía en lo que es importante.
Antes de empezar, haz un inventario de tus principales objetivos en la vida y elije los 2 o 3 más relevantes en este momento. Despúes, comienza a tomar acciones concretas para lograrlos.
Simplifica tus palabras
Para mejorar nuestra comunicación, simplificar el lenguaje. Evita usar oraciones complicadas y palabras difíciles de entender. En su lugar, mantengamos el mensaje limpio y específico, así expresaremos mejor nuestras ideas y pensamientos sin confundir a las otras personas.
Simplifica la elección
Tomamos decisiones todos los dias, a cada rato. Si nos concentramos demasiado en cada decisión que tomamos, perdemos una gran cantidad de energía mental sin darnos cuenta.
Para evitar este problema, y por ejemplo, tomo el mismo desayuno todos los dias.
En lugar de guardar ropa que quizá algún día utilizaré, solo guardo aquellas prendas que realmente uso. Así no pierdo tiempo en elegir entre tantas opciones.
Simplifica el trabajo
Simplificar el trabajo es un reto, especialmente hoy con tantas ladrones de atención. Aquí lo importante es enfocarnos en lo que verdaderamente importa y eliminar todas esas distracciones externas que nos frien el cerebro
Esto significa identificar nuestras prioridades, establecer plazos claros y deshacernos de cualquier cosa innecesaria o distractora.
Al enfocarnos en la tarea más importante, podremos completarla con mayor eficiencia y obtener mejores resultados. Además, al simplificar el trabajo, aumentaremos nuestra productividad general ya que podremos concentrarnos mejor en los objetivos clave sin perder energía ni tiempo valioso con cosas inútiles.
Por lo tanto, enfocarse en lo que realmente vale la pena es clave para simplificar nuestras obligaciones laborales diarias.
Comienza a simplificar tu vida
Aquí hay algunas estrategias que utilizo y que te podrían ayudar.
Crear listas cortas
Cualquiera que sea el tema:
- Tres objetivos para la semana.
- Tres objetivos en la jornada.
- Tres valores a los que te vas a adherir.
Esto te da una dirección clara para la acción y no te sentirás abrumado. El estrés ocurre cuando una persona está bajo presión. Y surge como resultado de una larga listas de objetivos pendientes.
Ordena tu navegador
Ordena tu navegador, tenerlo ordenado es importante ya que ahí pasamos la mayor parte del dia trabajando. Intenta no usar más de tres pestañas a la vez y considera utilizar una herramienta como Workona para guardar tus marcadores y favoritos.
Si vas a estar durante mucho tiempo en un sitio web, activa el modo de pantalla completa (F11 ) y borra el caché, historial y cookies de vez en cuando para que tu navegador funcione más rápido
De esta manera, podrás mantener tu navegador ordenado y optimizado para un trabajo más eficiente.
Deshazte de las cosas, especialmente de las grandes.
La tecnología nos da más por menos. Una laptop sirve para trabajar, divertirse y aprender, todo sin ocupar mucho espacio.
En cambio lass cosas grandes y pesadas son difíciles de guardar y cuesta moverlas.
No acumules basura. Recicla. Dona. Recuerda la sensación de alivio al liberar espacio. Úsala a tu favor.
Aplica el principio 80/20
El principio de Pareto, es una gran herramienta para apriorizar y enfocarnos en el 20% de nuestras acciones que nos darán los mejores resultados.
Este principio se puede aplicar a casi cualquier aspecto de nuestra vida, desde la administración del tiempo hasta los objetivos financieros.
Nos dice qué importa y qué no. Nos ayuda a poner energía donde vale la pena.
Algunos ejemplos:
Con el principio 80/20, te darás cuenta de que sólo el 20% de tus conocidos realmente aportan algo positivo a tu vida.
¿Desalentador y hasta un poco triste?. Si, pero la verdad es que hay muchas personas en tu círculo social que no agregan nada valioso a tu vida.
Estas son las personas con las que pasamos la mayor parte del tiempo sin darnos cuenta. Para obtener lo mejor, necesitamos centrarnos en las relaciones que nos satisfacen y nos impulsan a hacer cosas grandes.
- El 80% de lo que hacemos no nos acerca a nuestras metas.
- El 80% de nuestras metas no se cumplen, ya sea por errores o porque no importaban tanto.
- El 80% de nuestros pensamientos no nos llevan a ninguna parte.
Por supuesto, el 80% y el 20% son números relativos. Puede haber una proporción de 65% a 35% o incluso 99% y 1%. Pero la esencia es la misma, la gran mayoría de nuestros esfuerzos, pensamientos o acciones no aportan ningún beneficio. Y solo en raras ocasiones conducen a excelentes resultados.
Aprende a pensar en un estilo 80/20. Fíjate en lo que está oculto. Intenta ver lo que otros no pueden ver. Analízate a ti mismo y a tus acciones, tratando de encontrar el 20% más productivo.
Deshazte de algunas obligaciones
Podemos deshacernos de algunas obligaciones sin sentirnos culpables. Por su puesto que si.
Decir no a las tareas sin valor nos da tiempo y energía para lo que importa.
Nos libera y nos da más fuerza para los desafíos que importan. Nos ayuda a simplificar y centrarnos en lo que cuenta.
Consideraciones importantes
O por qué no deberías simplificar excesivamente
Hay tareas y proyectos que son complicados por naturaleza, y para hacerlos bien necesitas prestar atención a cada detalle. Si abusamos de la simplificación podríamos pasar por alto algunas cosas clave y el resultado final no sería el mejor.
Si hacemos todo demasiado sencillo, limitamos nuestra creatividad.
También podríamos perder habilidades para lidiar en situaciones más complicadas. Esto nos puede perjudicar la vida en nuestreo trabajo y también en la vida personal.
Por último, la simplificación excesiva podría llevarnos a deshumanizar nuestras relaciones con las demás personas. Podríamos empezar a tratarlas como objetos o simplemente como medios para alcanzar nuestros objetivos, y eso afectaría nuestras relaciones.
Entonces ya sabes, simplifica tu vida pero evita los extremos. Como siempre, las cosas están en el medio. Evita los extremos.