La estrategia de la cadena de suministro es clave en la planificación estratégica de una organización. En este post vamos a explorar diferentes estrategias según su posición en la planificación y su influencia en toda la cadena.
Estrategia corporativa: El gran plan
La estrategia corporativa es más que un plan de gestión; es una visión integral que guía a la organización. Esta visión implica tomar decisiones fundamentales: seleccionar cuidadosamente las industrias y regiones donde operar, decidir cuándo es el momento adecuado para invertir o retirarse de ciertos negocios, y distribuir de forma estratégica los recursos esenciales en las diferentes áreas de la empresa.
Esta estrategia es un reflejo de las ambiciones de la organización, señalando las áreas de negocio que considera cruciales para su crecimiento y prosperidad. En el corazón de esta estrategia está la habilidad de invertir sabiamente, buscando siempre maximizar los retornos económicos. Desarrollar una estrategia corporativa eficaz requiere un profundo entendimiento de las tendencias del mercado y la economía global, permitiendo a la empresa navegar y adaptarse en un entorno empresarial en constante cambio.
Estrategia empresarial: La ruta comercial
La estrategia empresarial es un plan detallado diseñado para guiar una área específica de la organización hacia el éxito. Esta estrategia, única para cada sector de actividad, establece la misión y los objetivos, delineando los métodos y enfoques necesarios para alcanzar una posición competitiva en el mercado con sus productos o servicios.
Piensa en la estrategia empresarial como una personalización de la estrategia corporativa más amplia, adaptada a las necesidades y metas de un segmento comercial concreto.
Esta estrategia se encarga de trazar el camino para el crecimiento y desarrollo de ese sector en particular. Además, dentro de la estrategia empresarial, encontramos estrategias funcionales que profundizan en aspectos específicos, asegurando que cada elemento de la empresa esté alineado y contribuya efectivamente al éxito global.
Estrategias funcionales: Los engranajes del negocio
La estrategia funcional es un conjunto de medidas y programas de las áreas funcionales individuales y unidades de la organización. Cada área funcional dentro de la organización (marketing, producción, finanzas, desarrollo y mejora de productos y servicios) define su contribución a la consecución de los objetivos estratégicos de la organización. La estrategia funcional es la base para las acciones dentro del negocio.
En particular, la estrategia de marketing se centra en la elección y justificación del portafolio de productos de la organización y los mercados objetivos, la estrategia financiera se centra en la elección de fuentes de financiamiento y la evaluación del costo de capital, la estrategia de desarrollo y mejora de productos y servicios se centra en la creación y preparación de nuevos productos para el mercado y la adopción de nuevas tecnologías.
Estrategia operativa: Poniendo todo en marcha
La estrategia operativa debe ayudar a implementar la estrategia de marketing y la estrategia de desarrollo y mejora de productos, teniendo en cuenta las limitaciones impuestas por la estrategia financiera.
La estrategia operativa, por lo tanto, es una de las estrategias funcionales de la organización. Se ocupa de componentes como la gestión de la capacidad de producción, la gestión de la posición en la cadena de suministro y las relaciones con los agentes de la cadena de suministro, la gestión de las tecnologías de producción y gestión del desarrollo organizativo y las competencias en la organización. (desde el punto de vista estratégico no existe la estrategia operativa, pera para este enfoque encontré prudente dejarla con es término)
Estrategia de cadena de suministro: El eslabón clave
La estrategia de la cadena de suministro, a su vez, puede considerarse como uno de los componentes de la estrategia operativa, que se ocupa de cuestiones relacionadas con la gestión de la capacidad de producción de los eslabones de la cadena de suministro, así como la gestión de la posición y la interacción entre los eslabones de la cadena de suministro.
Al desarrollar la estrategia de la cadena de suministro, es necesario definir el resultado más deseable tanto para el cliente de los productos como para la propia organización.
Competitividad y calidad: El corazón del asunto
Para describir este resultado deseable (objetivo), se puede utilizar el concepto de competitividad. Desde el punto de vista del cliente, se pueden destacar tanto la competitividad de los productos/servicios como la competitividad de los procesos de entrega de productos/servicios.
La competitividad del producto muestra hasta qué punto el producto cumple con los requisitos y expectativas del cliente, incluyendo sus características, propiedades y precio. La competitividad de los procesos de suministro de productos muestra hasta qué punto los procesos de entrega de productos cumplen con los requisitos y expectativas del cliente en cuanto a su confiabilidad, velocidad y flexibilidad.
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