Jamshid Gharajedaghi es un capo del pensamiento sistémico. Este teórico organizacional irano-estadounidense también trabaja como consultor y es profesor en la Universidad de Villanova. Gharajedaghi es reconocido por su innovadora perspectiva para entender sistemas, lidiar con la complejidad y diseñar la estructura de las empresas.
«Pensamiento sistémico: gestión del caos y la complejidad» ya tiene un par de decadas desde su primera edición. Personalmente, este libro transformó mi forma de ver la industria y es uno de los que más me ha impactado en gestión.
Este texto es fundamental en varios programas de posgrado y MBAs, es esencial para cualquiera que busque comprender cómo funcionan los sistemas en los negocios y más. Cubre temas clave como la naturaleza de los sistemas, el caos, la complejidad, y entrega herramientas prácticas para gestionar sistemas complejos.
A continuación comparto 10 ideas esenciales que todo interesado en pensamiento sistémico debería conocer. Cada idea va acompañada de mi interpretación personal:
1.»Cualquier sistema social se basa en el equilibrio de cinco esferas: poder, riqueza, conocimiento, valores, normas y reglas. No mantener el equilibrio = crisis del sistema: para la empresa, colapso; para el país, guerra civil.»
Reflexionemos sobre una planta de producción de alimentos. Los líderes dirigen y toman determinaciones; eso representa el poder. La planta genera ingresos y remunera a sus empleados; eso simboliza la riqueza. Quienes manejan la maquinaria tienen claro su funcionamiento; eso es el conocimiento. Todos comprenden que introducir la mano en la máquina es peligroso; esos son los valores. Y existen normas, como los horarios de ingreso y egreso.
Ahora, imaginemos un giro en la situación. Un líder nuevo asume, con la intención de innovar. Desplaza a los operadores veteranos y introduce a su propio equipo, personas ajenas al funcionamiento de la planta.
Los operadores con experiencia quedan desempleados, sin medios para subsistir. Los recién llegados, desconociendo los riesgos, ponen sus manos en la máquina. La eficiencia de producción disminuye. Las entregas se retrasan. La liquidez empieza a mermar. Las normas se vuelven cambiantes.
En poco tiempo, la planta enfrenta turbulencias. Los trabajadores consideran huelgas. Los clientes piensan en buscar otros proveedores. Si esta dinámica persiste, la planta podría llegar al borde del colapso.
Así es cómo una organización, ya sea una empresa o un país, puede venirse abajo si no preserva el equilibrio entre poder, riqueza, conocimiento, valores y normas.